Rhapsody - Legendary Tales

Legendary Tales
Álbum, Limb Music

Octubre 27, 1997
1.01:13 Ira Tenax
2.05:57 Warrior of Ice
3.06:09 Rage of the Winter
4.03:23 Forest of Unicorns
5.05:32 Flames of Revenge
6.01:20 Virgin Skies
7.04:50 Land of Immortals
8.03:31 Echoes of Tragedy
9.05:31 Lord of the Thunder
10.07:49 Legendary Tales
Total:45:15





Comentario
por Walter Erles de CD metalworks y Omar (canciones)
editado por Kultur Metal

Grandiosa combinación de power metal muy veloz con interludios clásicos y sinfónicos interpretados con orquesta, majestuosos coros operísticos y letras al mejor estilo Manowar. Con un excelente cantante, Fabio Lione, el mismo de Athena y ex-Labyrynth (ambas italianas), que posee una técnica vocal sorprendente. Hay temas rápidos como "Warrior Of Ice" y otros de estilo medieval como "Forest Of Unicorns". Los compositores son el guitarrista y el tecladista, siendo este último el que compone todos los interludios clásicos. Me encanta y si tuviera que definirlo con pocas palabras sería: power metal épico sinfónico neoclásico.

1- Ira Tenax: Todos los discos de Rhapsody empiezan con una canción corta de un poderoso coro, junto con un órgano y orquesta. La letra es siempre en latín, y sirve de introducción

La verdad es que esta primera canción sorprende por la fuerza y ritmo de los coros, y por el color que aporta la orquesta, tanto en los momentos más épicos como en los más melódicos. Sin duda un buen comienzo, aunque puede dejar perplejo a quien se espere un disco puramente “heavy”.

Esta es también una breve introducción al trasfondo: tras una era de paz y harmonía en las Tierras de Sueño, el Mal ha despertado de nuevo. Hará falta toda la rabia y la ira de los campeones escogidos para esta guerra, si quieren derrotar a los “discípulos del mal”.

2- Warrior of Ice: Y aquí es donde nos conduce la introducción anterior. También en todos los discos esa introducción acaba empalmando con el segundo tema del disco, siempre una canción movida. Normalmente esta empieza con un impresionante riff de guitarra que contrasta con el clasicismo de la intro, pero en este caso no es (exactamente) así.

Aquí encontramos el estilo Rhapsody en estado puro, desde el principio con la entrada de todo los músicos disponibles: orquesta, coro, Fabio, guitarras, batería… Justo despues empieza la canción realmente, con el riff de guitarra que comentabamos antes y un ritmo de batería bastante acelerado, ideal para que Fabio exponga la letra con las virguerías a las que poco después estaremos ya acostumbrados. En el estribillo tendrá el apoyo del coro, que a su vez introducirá un interludio típicamente Rhapsodiano: coro épico, pasaje intimista, nuevo coro que lleva hacia un solo de cuerda y órgano, totalmente clásico (tan barroco como J. S. Bach), juegos entre la sección “heavy” y la “clásica” para acabar de nuevo en el estribillo. Seguramente no es la mejor canción de Rhapsody, pero es una carta de presentación espectacular.

Aquí nuestro héroe llega a Algalord, donde empiezan a concentrarse las tropas de la “Santa Alianza”. Una parte es asignada al guerrero de hielo para que la lleve a reforzar la ciudad de Elgard. Allí deberá encontrarse con el anciano mago Aresius, que le irá guiando en su búsqueda. Así que nuestro guerrero deja la seguridad de la plaza fuerte y canta a sus hombres, contagiándoles su rabia y su coraje…

3- Rage of the Winter: Tras la introducción de “efectos especiales” de un viento que se antoja helado, gozamos de una joya de canción: el grupo decide evocar los bellos paisajes y cosas como el viento o el agua corriendo con un montón de instrumentos de cuerda, mientras el estribillo está lleno de guitarreo y batería a todo volumen. Incluso la voz de Fabio parece modular su timbre dependiendo de la música que la acompaña… Además, el interludio tiene mucho ritmo y funde de manera magistral el órgano con los instrumentos amplificados, una verdadera obra musical.

En la historia, el ala de ejército dirigida por nuestro héroe cruza las montañas de Algalord, mientras la nieve empieza a caer, creando un precioso paisaje blanco. Cuando se hace de noche, el viento empieza a rugir, dificultando el viaje, pero para el hijo del hielo esto es una prueba de la naturaleza, una purificación necesaria antes de enfrentarse al mal, dice literalmente: “Lágrimas del invierno cayendo sobre mi, congelando mi lado oscuro, mi corazón debe ser blanco y puro como el hielo”. Además, en esta canción podemos ver claramente la faceta humanista y, sobre todo, de admiración por la Madre Naturaleza que tiene este grupo.

4- Forest of Unicorns: La cuarta canción suele tener siempre un componente de danza, y normalmente algo de estilo renacentista, lo que mucha gente entiende por “medieval”. En esta canción breve (3 minutos) el estilo queda claro, especialmente en el estribillo. El hermano de Fabio, colaborador habitual, toca la flauta, mientras que las guitarras pasan a ser acústicas, en una mezcla de balada y danza.

Aquí nuestro escogido decide pasar la noche meditando en el bosque de los unicornios que está muy cercano al campamento del ejército. Pronto le invade un sueño intranquilo, roto por un sonido extraño: el de un espectáculo único, un unicornio blanco al galope, un buen presagio sin duda. Nuestro nórdico decide defender aún con más tenacidad todas las maravillas de estas Enchanted Lands.

5- Flames of Revenge: En este número vuelve el dramatismo que casi habíamos olvidad con la paz del anterior: el ejército llega al Valle de Ancelot y se encuentra con la sangre y la destrucción de la guerra, junto con los llantos y los gritos de los inocentes. Las víctimas son incontables, y la sed de venganza del guerrero y sus soldados se ve incrementada… ¡la justicia debe ser restablecida!

Es una canción totalmente influida por el tema: de riffs, de percusión poderosa y la voz desgarrada de Fabio cantando los horribles acontecimientos que ven los hombres del ejército. Incluso el solo clásico evoluciona hasta unos teclados desbocados. La única pega es que quizá sea algo “plana” dentro de su fuerza. Pero sin duda es toda una declaración de intenciones.

6- Virgin Skies: Un brevísimo interludio clásico con un clave, una flauta y un instrumento de cuerda. Es realmente muy bonito, aunque se echa de menos algo mas de “sustancia” de la que cabe en poco más de un minuto.

En cuanto al trasfondo, este interludio representa las buenas vibraciones que recibe el poderoso guerrero en su viaje a trabes de los verdes valles hacia Elgard, tras dejar las tropas con un líder de Ancelot: Arwald, al que reencontraremos más adelante.

7- Land of Immortals: Una de las canciones míticas de Rhapsody. Aquí Luca y Alex concentran todo lo dicho anteriormente como sonido “marca de la casa”: riffs alucinantes, pasajes de virtuosismo a los teclados, una buena melodía para la voz de Fabio, y todo ello acompañado de un buen número de instrumentos de cuerda que dan el sabor apropiado… Uno de los clásicos concentrado en algo menos de cinco minutos, que ya aparecía en la maqueta, y que suele caer en todos los conciertos por buenas razones. ¡Y ni siquiera es la mejor del disco!

La “Tierra de los Inmortales” a la que se refiere el título es una especie de Valhalla. El elegido ha llegado ya a Elgard y conocido a Aresius, que le ha hablado de los obstáculos, enigmas y maravillas que deberá encontrar en su camino hacia la salvación de las Enchanted Lands. Así, el guerrero nórdico acepta el reto y se prepara: “Mi camino será duro pero lo haré todo, para alcanzar los valles donde los verdaderos héroes cabalgan”, esto es, el Valhalla al que hacíamos referencia antes, donde descansan los guerreros que han cumplido las más dificiles gestas. Realmente tiene vocación este chico…

8- Echoes of Tragedy: La primera balada de Rhapsody, y tras la descarga anterior, el cuerpo lo nota. Fabio está realmente bien en este papel relativamente nuevo, y los coros son impresionantes, pero al conjunto parece que le falta algo, especialmente en las estrofas, pese al precioso piano clásico que aporta Alex.

Aquí no ocurre nada en cuanto historia, nuestro héroe reflexiona sobre los horrores que ha visto y los que le esperan, jurando expulsar a todos los “soldados del crepúsculo” del Ejército Negro al infierno de donde vienen.

9- Lord of the Thunder: Guauu!! Sólo el principio ya deja ver que nos encontramos ante un tema cañero como pocos, pese al fondo de órgano que da un aire reverencial. La batería acelera toda la canción hasta hacerla frenética… ¡Que ganas de saltar! ¡y cuando llegamos al estribillo!¡Qué impresionante! Un interludio instrumental igualmente acelerado, pura caña, especialmente cuando Turilli decide demostrarnos que los enormes brazos que tiene los ha conseguido mientras ensayaba para convertírse en un virtuoso de la guitarra… ¡y llegamos al final! De nuevo ese estribillo contagioso y reverencial, repetido tres veces… y una traca final impresionante, que no puedo explicar… escuchadla. Para mí es, sin duda, la mejor del disco.

Una canción tan buena no podía tener un mal trasfondo, aunque sea algo simple. Nuestro guerrero de hielo decide calmar sus pensamientos cabalgando por los bosques alrededor de Elgard. De repente escucha un trueno distante, y el viento empieza a soplar salvajemente. La adrenalina fluye por sus venas y lenvanta su espada al cielo, recitando esta canción como una plegaria a su señor.

10- Legendary Tales: La última canción de cada disco suele ser bastante larga y muy variada, en un estilo “Suite” que tuvo su máximo exponente en el disco siguiente, “Symphony of Enchanted Lands”. Aquí encontraremos todo lo anteriormente oído, en un bonito paquete: coros espectaculares, guitarras, instrumentos clásicos como flautas y claves, batería alocada, la voz de Fabio en todos los registros posibles, todo ello con el estilo que antes definía como típico de la música renacentista. Aunque tal cantidad de combinaciones está conducida muy bien para ser una canción tan larga, puede hacerse algo lenta y repetitiva si la escuchas demasiadas veces (como estoy haciendo yo para escribir esto). Es muy buena pero no te engancha. Y el final es extraño, para nada conclusivo, haciéndonos desear el siguiente disco.

La historia también acaba en suspenso, con los ciudadanos de Elgard disfrutando alrededor de una hoguera de la paz que se acorta por momentos, los bufones explicando historias legendarias sobre batallas y héroes, y los caballeros cantando al guerrero elegido, antes de que este parta hacia lo desconocido…