Rhapsody - Symphony of Enchanted Lands II - The Dark Secret

Symphony of Enchanted Lands II:
The Dark Secret

Álbum, Magic Circle Music / SPV

Septiembre 27, 2004
1.07:20 Nightfall On the Grey Mountains
2.08:13 Shadows of Death
3.05:51 Guardiani Del Destino
4.10:07 Sacred Power of Raging Winds
5.03:44 Dragonland's Rivers
6.04:37 The Last Angels' Call
7.10:32 Erian's Mystical Rhymes / The White Dragon's Order
8.04:30 The Magic of the Wizard's Dream
9.02:19 Elgard's Green Valleys
10.05:33 Never Forgotten Heroes
11.05:53 Unholy Warcry
12.04:12 The Dark Secret (The Ancient Prophecy - Ira Divina)
Total: 01:12:51




Crítica
por Luis (Independiente)
y Rubén Béjar de Pandemonium
/ editado por Kultur Metal

El quinto disco de la banda de Luca Turilli y Alex Staropoli se desarrolla con la pretensión de ser el más grandioso de la banda, con la incorporación por primera vez de una orquesta, la filarmónica Bohuslav Martinu, de Zlin en la república Checa, y la ayuda de un narrador profesional para las partes habladas, nada menos que el conocido actor Christopher Lee.

Turilli y Staropoli fueron responsables de la producción del álbum, la primera vez para ambos. Christopher Lee también estuvo involucrado en el proyecto, narrando partes de la trama. El valor de su contribución no puede ser exagerado; como el gran señor de filmes, Lee está aún en gran demanda y más ocupado que nunca. "Un sueño se hizo realidad para nosotros," dijo Turilli luego de que las grabaciones fueran exitosamente terminadas. "Nos sentimos especialmente honrados de que una personalidad tan sobresaliente de los filmes y el teatro haya aceptado ser parte de nuestro álbum." Staropoli concuerda, "Más que eso, Christopher Lee ha llenado nuestra saga de vida y magia. Su voz es simplemente fantástica y realmente majestuosa."

Las narraciones de Christopher Lee fueron producidas por Joey DeMaio, reconocido mundialmente como bajista de Manowar. DeMaio sin duda fue capaz de usar su experiencia en producir otro gran maestro del cine, Orson Welles. Con el completo apoyo de la compañía discográfica de DeMaio, Magic Circle Music, Turilli y Staropoli fueron capaces de concentrarse en lo que era esencial: la perfecta realización de sus visiones artísticas. Durante el curso de la producción, seis estudios en Inglaterra, Italia, Bélgica, Alemania, la República Checa y los EE.UU. fueron empleados para asegurar no solo las perfectas condiciones de trabajo, sino para mantener la integridad del sonido durante cada fase de grabación.

El nuevo álbum es una verdadera obra de arte, presentando 12 piezas con un tiempo total de reproducción de 72 minutos. Con esta producción, Rhapsody una vez más creó un desde ahora en adelante conocido como "Film Score Metal." En la abridora, "The Dark Secret," inmediatamente figura Christopher Lee, hablando en el rol del sabio conocido rey, quien a través del curso de la saga retorna con palabras de sabiduría para guiar a los oyentes a través de la trama. Junto con efectos de sonidos vívidos, su voz crea una fantasía mágica en la mente del oyente.


El "Symphony Of Enchanted Lands II – The Dark Secret" incorpora una amplia variedad de sonidos y estilos. La complejidad del trabajo tendrá a los oyentes descubriendo nuevos detalles aún habiendo escuchado al álbum cientos de veces. "Unholy Warcry" mezcla perfectamente el dramático arte del voluminoso heavy metal con los opulentos arreglos corales de Staropoli. En "Never Forgotten Heroes", coros de voces gregorianas y majestuosos sonidos de piano crean una escalofriante, atmósfera a lo Black Sabbath antes de que la composición se convierta en una pieza entera la cual es ennoblecida por la excelente guitarra de Turilli. "Elgard's Green Valleys" es un viaje a los tiempos del renacimiento.

"The Magic Of The Wizard’s Dream" es una melancólica balada conducida por el piano y la flauta. Los fans del tradicional heavy metal tendrán algo que decir sobre "The Last Angel's Call", una pieza de tempo rápido que suena como un hit definitivo. Otra pista más heavy es "Shadows Of Death", una ponderosa pieza en la verdadera tradición de Rhapsody que, una vez más, es conducida por la excelente guía de Turilli combinada con las brillantes partes orquestales de Staropoli. La poderosa balada "Dragonland's River" con sus sonidos de clavicordio y un conjunto flautas barrocas deleitará a todos los héroes del metal. "Guardiani Del Destino", una pista que incorpora instrumentos medievales y cantada en italiano, tiene atractivo instantáneo por su dramático estilo.

"Erian's Mystical Rhymes" y "Sacred Power Of Raging Winds" son dos obras maestras monumentales que son cada una de más de 10 minutos de largo. Estas dos pueden ser fácilmente consideradas pequeñas operas de rock. Ellas exhiben secuencias clásicas de cuerdas, como también una orquesta, bombo, y un coro. El violín y el violonchelo producen sonidos oscuros amenazantes y una atmósfera mágica es creada por los duelos luchados entre los intérpretes de viento y de cuerdas. Estos elementos son fascinantes e inusuales para una composición de heavy metal. Juntos con la espléndida guitarra de Turilli y las partes habladas de Lee, ellos le dan a todo el trabajo un increíble humor mágico, el cual es intensificado por la flexible y hermosa voz de Fabio Lione. "Nightfall On The Grey Mountains", el gran final del álbum, es llevado por un poderoso coro, toques de trompetas y órganos de iglesia como también el epílogo de Christopher Lee.

Esta pieza sin duda elevará los estándares existente para todos los músicos a nuevas alturas. ¿Donde más puede un oyente disfrutar el sonido de un coro de 50 voces y la Czech Bohuslav Martinu Philharmonic Orchestra tocando en perfecta unidad con puro heavy metal y creando un poder imparable?

Rhapsody es una de esas bandas de las que casi no se puede decir nada malo, porque luego llegan los fans y te ponen verde ;-), pero me voy a arriesgar: este no es, ni mucho menos, el mejor disco de Rhapsody. Cierto es que es un buen disco pero tiene, bajo mi punto de vista, dos puntos negativos: el primero es que la producción se les ha ido un poco de las manos: la sonoridad de la orquesta se impone demasiado, la voz de Fabio Lione suena un poco apagada y las guitarras hay que adivinarlas aún más de lo habitual en Rhapsody. Y segundo es que el disco tiene grandes temas, largos, clásicos, variados, complejos, profundos y espectaculares, pero le faltan buenas canciones: tres o cuatro canciones de cuatro o cinco minutos, con un estribillo pegadizo y fácil de recordar habrían redondeado el álbum, pero simplemente no están ahí. Aún así el disco vale la pena, es sólo que añadir una orquesta no hace que automáticamente un disco sea mejor, y con éste no se han superado a si mismos.

Contacto Rubén: rbejar@tiscali.es