
Álbum, Limb Music
Octubre 5, 1998

Y que queda de la parte metalica? La velocidad y el estilo de Luca Turilli (guitarrista que tiene obvias influencias neoclasicas y que no necesita de las muy trilladas estridencias para demostrar su destreza) y el ritmo plano y vertiginoso de la bateria (un "doble bombo" muy potente y lineal que puede ser el factor mas discordante y molesto desde un punto de vista progresivo).
En cuanto a Fabio Lione, el vocalista, tiene una forma de cantar y un timbre que trae ciertos recuerdos de Steve Walsh (de Kansas). Afortunadamente, su voz y estilo pueden transmitir emocion sin tener que recurrir a gritos o violencia.
Los diez cortes que componen el disco son muy buenos, pero el tema homonimo (que ademas es el mas extenso con alrededor de trece minutos) es asombroso.
Una de las criticas mas frecuentes que ha recibido Rhapsody es que en cada album vuelve a repetirse a si mismo. Y, efectivamente, asi es: Todos forman parte de una saga que narra la conquista del imaginario valle de Elsinore e historias sobre reyes, guerreros, dragones y unicornios. La musica es siempre del mismo tenor en cada disco, con variantes melodicas pero no estructurales. Sin embargo, aun sabiendo que todo nuevo trabajo es mas de lo mismo, cada oyente tiene garantizadas la calidad y la certeza de pasar un muy buen momento transportandose a tierras fantasticas y lejanas.
En fin, las comparaciones son odiosas pero no puedo evitar acordarme de Dream Theater, considerado el abanderado del metal progresivo. Siendo su estilo muy distinto, tengo la impresion de que los norteamericanos hacen musica metalica con algunos elementos progresivos, mientras Rhapsody me parece una agrupacion progresiva "escondida" tras una fachada metalica.