Aethra: “Time and Eternity” (Recomendado)


Quien considere que los grandes bastiones del power metal, son propiedad exclusiva de Europa, tendrá que reformular su opinión al escuchar esta placa. Desde la ciudad de Monterrey, México, a un grupo de latinoamericanos ha  volcado una gran ambición en la música, y lo han hecho de  forma magnifica. Aethra es un proyecto que nació por 1994, y la evolución de su sonido, se atestigua en sus dos primeros demos “Tales From Distant Skies and Far Beyond” e “Intoxicating Evolution”, hasta llegar finalmente a su primer álbum oficial: “Time and Eternity”

Desde su comienzo, nos encontramos con un verdadero viaje introspectivo en los dos minutos y medio de “Time and Eternity”, fusionando un grito épico con la solemnidad que caracteriza a la banda.  Una sencilla pieza, que logra lo que ambiciona toda intro: resumir el espíritu a manifestarse en el disco.

Bajo el teclado y las guitarras distorcionadas, es suspenso se va creando en  “Angels” para saciarse posteriormente. La energía se despliega antes de darle lugar a Walo en los vocales, y el juego de ritmos se torna muy interesante. La alternancia entre el tecladista y las guitarras le dan un sabor característico, y las evidencia del power melódico se empiezan a cimentar en su mejor forma. Lo más llamativo es la congruencia de armonías presentada en el estribillo, bajo una guitarra ruda, pero un agudo vocal melódico, que crean un contraste característico. El interludio se encarga de  un juego por ritmos, melodías, solos, y algún vocal femenino que atenúa correctamente esta maquinaria. 


La apuesta empieza a subir en “Live for Tomorrow”, La energía se redobla desde el inicio, y los cambios se vuelven más bruscos.  Tal vez lo vocales podrían estar en una escala más apropiada, pero no opaca la propuesta. Si bien la riqueza  de la partitura no es tan amplia como en “Angels”, el teclado (fiel protagonista en todo el disco) y una pequeña incursión de la  guitarra española, denuncian que Aethra no se atasca en una formula, sino que busca enriquecerse en cada paso.

Hemos llegado a “Never too Late”. Debo remarcar la riqueza lirica de las canciones, especialmente aquí. Un mensaje de optimismo, ensueños, desafío, esperanza, digno de la música que profesan. Musicalmente, la batería hace su mayor apuesta, emulando el power más puro, pero adecuado al sonido ambiental en el teclado y los solos de guitarras que se animan a ganar protagonismo. El acompañamiento melódico, y la velocidad ritmica, evidencian vestigios de Speed Metal, sin abandonar su género. 

Le damos un descanso al extenuado baterista y empezamos a entrar a una hermosa balada, “Where The Stars Are Born” se apodera de este viaje. Ambiciosa, enérgica, melódica, coquetea con el estilo operístico de los grandes, como Tobias Sammet y su proyecto Avantasia.


El destello más poderoso llega de la mano de “Heroes We Are”. La canción utiliza desde su inicio toda la riqueza de Walo. Cantante muy particular, pues si bien tiene un registro agudo muy amplio, no pierde la rusticidad,  lo cual  le da un toque único al sonido. Por describirla de alguna manera, la canción podría considerarse una metáfora de un grito de guerra. Su sonido es excelente, y el interludio nos proporciona un suspiro para digerir esta gran canción, haciendo un cambio de ritmo fantástico antes de retomar el estribillo. 


Llamativa es “The Magic Book”. Empieza como una mera canción lenta, pero nos sorprende  a los dos minutos. Cambia las cartas: cambia el ritmo, se introduce el sonido sinfónico y nos hace anhelar  más fuerza. Y Aethra nos concede nuestros deseos. El cambio rítmico y el juego melódico,  es uno de los que más me deleitan del disco. Tex en guitarras y René Almaguer en teclados, hacen un solo atmosférico admirable. Cuando Walo retoma más enérgico la canción, no se les puede pedir más. 

El tiempo y la eternidad se unen en “All the way Down”. Una verdadera “power ballad”, sin despertar del ensueño que Aethra nos proporciona con su sonido sutil y osado. El protagonismo de la guitarra clásica en el interludio reafirma que en Monterrey se ha logrado un estilo propio.  Bajos notas melancólicas, culmina la canción y el Disco.

El viaje de los casi cuarenta minutos de “Time and Eternity” es una experiencia imperdible para los amantes del Power Metal, el Metal Melódico, y también, porque no, el metal progresivo (dada el empeño técnico en toda la obra). Si algo caracterizo a esta banda, fue su ambición por crecer y dar lo mejor en cada canción, y lo han logrado. No encuentro canciones de relleno, sino arte hecha música para deleitar a los hombres; y los más importante, metal para deleitar  a los dioses. Esperemos que esta propuesta siga creciendo, no solo en la maestría melódica y enérgica, sino en su apuesta al juego con los ritmos, sin perder su estilo. Seguramente seguiremos escuchando música de primera por parte  de estos tres hombres, no nos perdamos el puente musical que nos tienden, para llevarnos del mundo corriente a las fantasías.